El diputado provincial, Nicolás Mattiauda (Pro-Cambiemos), consideró “fundamental y necesario” que los alumnos de todos los niveles vuelvan a las aulas este año en Entre Ríos “con todos los protocolos necesarios”, pero manifestó su duda respecto a que el Gobierno pueda garantizar las clases presenciales.
Según el legislador, la gestión de Gustavo Bordet tendrá “un importante desafío” por delante, que se sumará a la paritaria docente en un momento de salarios congelados por la Ley de Emergencia: “Implementar y asegurar los protocolos para el retorno a las aulas en todas las escuelas, en un contexto de magro presupuesto para el mantenimiento de las mismas y de condiciones edilicias poco acordes para el requerimiento sanitario”, dijo.
“Es fundamental y necesario que los alumnos vuelvan a tener clases presenciales, porque es la única manera de que no se sigan profundizando las brechas de aprendizaje”, señaló Mattiauda, aunque puso en duda que la Provincia pueda garantizar la presencialidad.
“¿El Gobierno equipará a todos los directivos y docentes con los insumos y herramientas necesarias, o lo deberán pagar de su bolsillo los trabajadores, como ha ocurrido en muchos casos con el sector salud y seguridad? ¿El gobierno entregará a los alumnos máscaras protectoras y otras medidas de seguridad sanitaria, o deberá cada familia sumarlo como otro gasto de la canasta escolar?”, cuestionó el diputado.
Luego agregó que “la virtualidad permitió al Estado ahorrar dinero en costos de funcionamiento de las escuelas, pero parte de ese gasto lo tuvieron que afrontar los docentes y los propios alumnos para asegurar la conectividad”.
Para el legislador del Pro integrante del interbloque Cambiemos, “no hay certezas” de que la presencialidad en las escuelas entrerrianas esté asegurada en el comienzo del ciclo lectivo 2021, y pidió que el gobierno “no especule con anuncios que después no estará en condiciones de cumplir”.
“Los niños y jóvenes tuvieron dificultades para cursar durante el año pasado, los contenidos debieron adaptarse a la virtualidad y los problemas de conectividad, sumados a la falta del contacto necesario en el aula, generaron deserción y una brecha educativa importante”, remarcó.