Nueve diputados y tres senadores del oficialismo y de la oposición impulsan un proyecto para implementar la boleta única de papel en las próximas elecciones. Ya presentaron la iniciativa en la Cámara de Diputados y esta semana la llevarán al Senado. Son legisladores que participan de la Red de Acción Política (RAP), una ONG que busca reforzar los vínculos entre dirigentes políticos de distintas extracciones partidarias.
Los diputados que apoyan la iniciativa, según informó la RAP, son Graciela Ocaña (Confianza Pública); Marcela Campagnoli (Coalición Cívica); Mayda Cresto (Frente de Todos) y Paulo Cassinerio (PJ); Brenda Austin y Gustavo Menna (UCR); Ingrid Jetter y Omar de Marchi (Pro), y Enrique Estévez (Partido Socialista). Desde el Senado, impulsan el cambio en el sistema de votación Guillermo Snopek (Frente de Todos), Pamela Versay (UCR) y Esteban Bullrich (PRO); consignó La Nación.
En el proyecto, se propone implementar el “uso de boleta única de ‘papeleta única’ con secciones separadas para cada tipo de cargo”; con un “casillero para elegir lista completa del mismo partido”, y la “determinación mediante un sorteo público del orden de precedencia de los espacios, franjas o columnas de cada partido”.
En los casos de los candidatos a presidente y vicepresidente, la propuesta establece que ambos llevarán fotografía a color. Para las categorías de diputados, senadores y parlamentarios del Mercosur, los dos primeros postulantes titulares de las nóminas son los únicos que tendrán su foto.
En la boleta única de papel, según el proyecto, los votos válidos “son aquellos emitidos donde esté claramente identificada mediante cualquier tipo de marca dentro del casillero correspondiente”. Serán nulos los que “contengan dos o más marcas de distintas agrupaciones políticas para la misma categoría, limitándose la nulidad a la categoría en que se hubiese producido la repetición de opciones”.
En total, fueron 22 legisladores los que participaron del proyecto, en el que se analizaron alternativas como las que están vigentes en Santa Fe (una boleta única por cada categoría) o Córdoba (una boleta única por todas las categorías). El proceso de discusión comenzó en octubre del año pasado, consignó la RAP.
La ONG subrayó que los beneficios de este sistema son “mayor transparencia e igualdad” porque se reducen “los recursos económicos necesarios para imprimir boletas” y “los recursos humanos necesarios para repartirlas y ejercer la fiscalización”, además de terminar con prácticas como el “voto cadena” y otras irregularidades.
Implementar la boleta única de papel “ayuda a la preservación del medio ambiente” y “resulta mucho más compatible con los requerimientos de cuidado y distanciamiento social que demanda la pandemia”, agregó la ONG en un comunicado.