Tras una reunión que tuvo como objetivo dar inicio al debate para redactar una Ley de Agroquímicos en la provincia, la discusión volvió a empantanarse por las diferencias de un sector de legisladores de la oposición respecto a las distancias mínimas requeridas para las fumigaciones con productos fitosanitarios o agroquímicos.
Luego de que circulara el anteproyecto elaborado durante el año pasado entre el Ministerio de Producción y algunas entidades rurales, que no cayó bien en algunos sectores sociales y ambientales, desde el oficialismo prefirieron hablar de “borrador” y aclararon que el texto está abierto.
Al mismo tiempo que organizaciones ambientalistas protestan por no haber sido aún convocadas para debatir en el seno de la Comisión Bicameral, un grupo de legisladores de Juntos por el Cambio presentó objeciones respecto a las distancias establecidas para las fumigaciones, las cuales volvieron a frenar el debate.
“Es un proyecto muy complejo, tenemos que alcanzar los máximos niveles de consenso. Lo peor que podemos hacer es apurarnos”, expresó en diálogo con Bicameral el presidente de la Comisión de Comercio, Industria y Producción de la Cámara de Diputados, Néstor Loggio (Frente CREER).
El diputado sostuvo que aún no están “dadas las condiciones” para realizar un nuevo encuentro de la Comisión, ya que antes deben acordarse algunos puntos de disenso. En ese sentido, el diputado sostuvo que “a título personal”, ya que aún no fue dialogado en el bloque, considera que llegado el momento deberá convocarse a las organizaciones ambientalistas con personería jurídica de la provincia.
Juntos por el Cambio aún no tiene una posición unificada, aunque las posturas ligadas a la visión agropecuaria son hegemónicas. El interbloque designó a los diputados Nicolás Mattiauda, Sara Foletto y Julián Maneiro como “coordinadores”, con el objetivo de ordenar la discusión al interior del espacio.
“Es un tema sensible”, sostuvo el presidente del bloque del PRO en Diputados, Esteban Vitor, quien prefirió hablar de “desarrollo sustentable” para saldar el debate entre producción y salud. “El tema de la distancia es central en la discusión”, reconoció el legislador, para quien el anteproyecto presenta aspectos que en este sentido deben modificarse si no se quiere “sacar afuera” del circuito productivo a algunos sectores.
Clasificaciones
El anteproyecto habla de tres espacios diferenciados, con restricciones diferentes para la aplicación de agroquímicos: zona de exclusión, zona de amortiguamiento y zona de libre aplicación.
La zona de exclusión es aquella donde hay restricción absoluta para las aplicaciones de fitosanitarios, con distancias de 100 metros terrestres y 200 metros aéreos, en tanto que la zona de amortiguamiento es allí donde sólo se podrán aplicar algunos fitosanitarios de forma condicionada. Según el borrador de anteproyecto, corresponde al sector que va desde el límite de la zona de exclusión hasta 300 metros del área sensible para aplicaciones terrestres, y desde el límite de la zona de exclusión hasta 600 metros para aplicaciones aéreas.
Por otro lado, la zona libre de aplicación será aquella en la cual no existirán restricciones para el uso de fitosanitarios. Corresponde a las zonas de producción ubicadas a 300 metros de áreas sensibles para aplicaciones terrestres y a 600 metros desde áreas sensibles para aplicaciones aéreas. En esta zona se podrán aplicar productos de todas las clases toxicológicas.