El gobierno nacional reflotará el Impuesto a las Ganancias. Presionado por las provincias, ante la caída de la recaudación, el Poder Ejecutivo ha decidido que el tributo será reinstaurado, aunque posiblemente bajo el nombre de Impuesto a los Ingresos Personales.
El proyecto del gobierno de Javier Milei, que fue retirado luego de que el Gobierno diera de baja el paquete fiscal de la ley bases, propone cambios en Ganancias y renombrarlo: el impuesto pasaría a a llamarse Ingresos Personales, y reincorporaría algunas deducciones. El menor salario bruto alcanzado por ese impuesto sería de $1,25 millones (sin familia a cargo), $1,42 millones (con dos hijos), o $1,59 millones (con deducciones por dos hijos y cónyuge).
El esquema actual, el de la ley 27.725 aprobada por el Congreso en septiembre último y hasta ahora no reglamentada, rige desde lo percibido en enero, aunque en los últimos meses de 2023 y por modificaciones hechas por decreto, ya estuvieron vigentes reglas similares en lo referido, por ejemplo, a la manera de definir quiénes tributan y quiénes no.
Las reformas más recientes, impulsadas en plena campaña electoral por quien era ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa, llevaron a que muchos de los asalariados antes alcanzados dejaran de pagar el tributo, y a que la mayoría de quienes lo siguen abonando lo hagan con una modalidad de cálculo que fue modificada. Cuando se hicieron esos cambios, que tuvieron el voto favorable del presidente Javier Milei en su rol de diputado, no se previó una contrapartida por la caída de la recaudación de recursos para el Estado, un efecto que era imposible desconocer.
Al tratarse de un impuesto coparticipable (su recaudación se reparte entre la Nación y las provincias), los reclamos de los gobernadores por la baja de los recursos no tardaron en llegar. Para recuperar fondos, el Gobierno anunció a pocos días de asumir que buscaría “revertir” la reforma. Y el 24 de enero envió al Congreso un proyecto de ley.
El contenido del texto, en rigor, no implica una reversión en términos estrictos, sino una modificación del esquema en varios aspectos, además de la baja del menor salario alcanzado por el impuesto, que queda en un valor algo más alto que el que hubiera implicado volver sin más al régimen anterior.