El Senado de la Nación no pudo volver a sesionar este jueves, tal cual estaba previsto, luego de que la oposición se levantara de forma masiva, dejando sin quórum al recinto. Pese a que 70 senadores se disponían a debatir proyectos, una imposición de la Presidencia de la Cámara terminó por convencer a Juntos por el Cambio (JxC); Unidad Federal y otros bloques minoritarios de no participar e irse.
Los bloques opositores en su conjunto resolvieron retirarse luego de que la Presidencia del Cuerpo hubiera exigido la obtención de una mayoría agravada para habilitar el cambio del temario que Juntos por el Cambio y Unidad Federal querían imponer, postergando 15 días el tratamiento de los proyectos que quería sumar la Cámara alta.
Después de tantas idas y vueltas sobre la convocatoria de la sesión del Senado de este jueves, la elección del temario terminó generando un cortocircuito definitivo en el recinto. Había tomado la delantera el senador santafesino Marcelo Lewandowski para reclamar el acompañamiento del Cuerpo para tratar sobre tablas el proyecto de fortalecimiento de la justicia penal federal de su provincia, teniendo en cuenta que el tema venía con media sanción de la Cámara baja, casi por unanimidad y sin votos en contra.
A continuación, desde Juntos por el Cambio se reclamó alterar el orden del día previsto para tratar los temas que originalmente había pedido la oposición, y postergar los otros proyectos para una sesión a realizarse dentro de dos semanas. El legislador Alfredo Cornejo solicitó se debatan los pliegos judiciales previstos, como así también el Plan Federal de Capacitación sobre Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, conocido como la Ley Lucio.
Previsiblemente el presidente del bloque oficialista, José Mayans, rechazó la moción. “Hay una presión y una utilización de oportunidades para decir ‘solo tratamos nuestros temas’ –dijo-, y que después aparezca en los medios ‘Cristina perdió la mayoría en el Senado’. Eso están buscando”, dijo el formoseño.
Todo culminó con una deicsión de Presidencia, que marcaba la necesidad de una mayoría especial para poder alcanzar la moción de la oposición. Es decir, dos tercios de los presentes. Como no hubo acuerdo, los bloques no oficialistas se mostraron en desacuerdo, vaciando la sesión y dejando sin efecto el tratamiento de cualquier proyecto.